Esta nota no es para vos si te sentís víctima de tu relación de pareja (aplica a cualquier tipo de vínculo) o si creés que el otro tiene que cambiar para que te sientas bien en ella. ¿POR QUÉ? Porque la mente no funciona de esa manera, aunque el ego pretenda que sí. La mayoría de las personas que se sienten mal en sus relaciones quieren que el otro cambie porque ven fallas que les afectan. Lo que ven es verdad, nadie lo duda. La cuestión es que – aunque sea verdad- nunca podrán ir en contra de la ecuación del funcionamiento mental porque ASÍ NO SE ENCUENTRA SOLUCIÓN.
–Pero yo quiero que el otro ponga de su parte… 1. Si no me aporta, me separo… 2. Ah, no…yo aporto eternamente y no pasa nada… 3. Yo digo lo que quiero, si el otro no colabora, me voy… 4. Qué sacrificado vivir así… 5. ¡Yo sigo reclamando hasta que cambie! 6. En desacuerdo total, hay que huir de ahí. 7. Ay no, qué pereza. Y está bien… no juzgo la posición. La pongo sobre la mesa para que elijamos si queremos seguir haciendo lo mismo, aunque nos cause daño y sin obtener resultados o hacerlo diferente recibiendo frutos tangibles. EL EGO NO QUIERE DAR, SOLO BUSCA RECIBIR. Las relaciones donde reina la inconsciencia, traen mucho dolor e insatisfacción. A mí me pasó lo que digo en esta nota y pude encontrar “esa otra manera”, consciente…con mentores que ya lo habían hecho en su relación de pareja. En mi próximo curso te acompañaré a VALORARTE EN TUS RELACIONES, click aquí para más información |