Mi viaje comenzó hace más de 20 años, cuando como fonoaudióloga hacía la rehabilitación de personas con ACV (accidente cerebro-vascular). Comencé a darme cuenta de que  las personas jóvenes ya tenían estrés y eso me movió a buscar la manera de prevenir estas enfermedades antes de que se manifestaran.

Me sumergí en una batalla interna durante años cuando la depresión dominaba mis pensamientos. Decidí buscar una alternativa distinta al tradicional tratamiento psicológico después de dos décadas de terapia. Esta decisión marcó el inicio de una transformación profunda más el potente deseo de encontrar la felicidad me lancé a explorar cursos que cambiaran mi mentalidad de raíz. La tristeza no tuvo mas cabida en mi vida, aunque fue ella una gran motivación para el cambio.

Mientras formaba mi familia, atendía a mis pacientes como fonoaudióloga y mantenía mi hogar en orden me sentía desconectada, insegura y sin rumbo…a pesar de que «tenía todo lo que había que tener» según cánones sociales. Fue la depresión sumado a mi experiencia en la rehabilitación de pacientes con ACV lo me proporcionó un profundo entendimiento del funcionamiento del sistema mente/consciencia, un conocimiento que acabaría siendo mi tabla de salvación.

Inmersa en cursos y formaciones, descubrí el poder curativo de los pensamientos y me liberé definitivamente de la depresión. Mi mente se reconfiguró gracias a prácticas persistentes y el aprendizaje de expertos como el Sistema Isha (Uruguay), Dr. Joe Dispenza (USA), José Luis Parise (Argentina) y Jorge Lomar (España).

Aprender de aquellos que pusieron en práctica sus enseñanzas resultó crucial en mi camino hacia la sanación y la plenitud. Y desde ahí comencé a dar cursos de educación mental que transmitieran lo maravilloso que es conocernos para liberarnos de lo que no somos y vivir lo que «somos de verdad».