Los 7 beneficios que hay detrás de sentirte mal NOTA

Publicado por Alicia Orfila en

Hoy está muy de moda el bienestar, por todos lados se nos habla de él. No queremos que nos suceda nada que nos provoque lo contrario: el temido malestar…

Hasta en las redes sociales no hay un botón de “no-me-gusta”, o sea que no se nos permite tener un disgusto. Se rechaza lo que es considerado negativo incluidas las emociones así llamadas.

  • Queremos una gratificación instantánea para sentirnos bien, ya.
  • Estamos viviendo la tiranía de la positividad.
  • Forzamos el pensamiento positivo a ultranza.
  • Consumimos positividad buscando estímulos que nos la traigan.

En definitiva, hay que estar bien cueste lo que cueste…porque en una sociedad productiva quien se siente mal no es eficiente.
Somos presionados a la optimización y el rendimiento para ser funcionales al mundo.

Este exceso de consumo de positividad nos deshumaniza.

Estamos enfermos de ella por eso rechazamos las emociones “incómodas”.

Sin embargo, la “negatividad” es positiva y necesaria porque nos hace reflexionar.

Hoy quiero exponer los beneficios que hay detrás de sentirte mal, si …tal como lo leíste.

Como el sentir es una energía que impregna todas nuestras células nos impulsa a acciones y a comportamientos que de otra manera no los tendríamos.
Lo que nos hace reaccionar son los golpes emocionales. Hundirnos en una emoción es algo natural y posible que puede hacer que miremos en profundidad si lo que estamos siendo-haciendo en nuestra vida va o no va. ¿Va o no va?

Los 7 beneficios que hay detrás de sentirte mal:

  1. Te replanteás algo de lo que venías siendo o haciendo preguntándote: -¿ES POR AQUÍ?

Una invitación a reflexionar.

  1. Estás más sensible y vulnerable lo que te ayuda a ver de otra manera las situaciones: -¡NO ME HABÍA DADO CUENTA!

El acceso a nuevos puntos de vista.

  1. Tirás a la basura (quitás valor) situaciones que te parecían importantes: -LO “IMPORTANTE” DEJA DE SERLO.

Una manera de corregir o ajustar tu escala de valores.

  1. Bajás del “pedestal” egoico que te presiona a estar siempre lista/a para la selfie, sonriente y con el pelo perfecto y te rendís a pedir ayuda: -UFF, NO PUEDO SOLA/O.

Un acto de humildad humana.

  1. Atravesás un período de tiempo donde dejás de cumplir con  las expectativas de los demás e incluso con las tuyas: -¡QUÉ PAZ!

Una sensación de estar menos condicionado, te importa menos el qué dirán.

  1. Tenés la posibilidad de dar un frenazo y de cambiar de camino: -ES VERDAD, NO ESTABA TAN SEGURA/O DE IR POR AHÍ.

La oportunidad de conectar con lo que verdaderamente querías.

  1. Encontrás a otros que también han estado en el mismo “agujero negro” que vos y tenés una mayor compasión por tu humanidad: -ME SIENTO MAL, SI…¿Y QUÉ?

La posibilidad de aprender a ser más compasivo con el prójimo.

Cuando te sentís mal, es para algo…no es en vano. El sentir tiene una función. Por lo tanto, no lo rechaces, no tengas miedo de la oscuridad, pedí ayuda (sola/o es más difícil) y tenete paciencia el tiempo que sea necesario…

  • Considerá la posibilidad de estar sintiéndote así. Es natural, normal y humano.
  • Valorá que la vida te está enseñando algo a través del sentir, aunque no sepas qué.
  • Permití la emoción mal llamada “negativa” sin sentirte una víctima y tampoco te pases al otro lado como para sentirte empoderada/o por estar mal. No, sencillez y humildad ante todo.

Alicia Orfila – www.aliciaorfila.com.ar

Contacto: aliciaorfila@gmail.com

Categorías: Notas