Emocionalidad y pareja

Publicado por Alicia Orfila en

Los participantes de una pareja precisan madurar su “emocionalidad” para poder emocionalidad y parejallevar adelante una relación y/o profundizarla. A menudo ambos están llenos de “ego herido” con lo cual la comunicación se hace difícil y confusa. Superar las emociones “personales” es vencerse a sí mismo y esa es la puerta que abre a una relación madura, la única que puede sostenerse, prosperar y evolucionar.

La madurez en una pareja es un proceso individual que cada uno de los dos debe hacer conociéndose a sí mismo para auto-gobernarse. De lo contrario las emociones manejan la relación. El programa emocional del ser humano es muy fuerte y si no se lo comprende y modula, el dolor y el malestar se tornan constantes. Es necesario e imprescindible que los “amantes” coloquen sus emociones en el lugar correcto para no enturbiar diálogos, situaciones, momentos, etc. E incluso para no malograr la relación.

Cuando la mente se encuentra dolida (por la razón que sea), no puede abordar con madurez ninguna situación con su pareja y las conversaciones se pueden volver un bucle del que no puede salirse y menos aún resolver un conflicto que haya surgido. La suceptibilidad y la sensibilidad a flor de piel, carecen de madurez para que toda relación crecer y experimentar unidad amorosa.

Relacionarse desde la salud es un arte que se aprende: la inteligencia o des-inteligencia emocional decide –muchas veces- si la pareja va o no va.

Hay circunstancias cotidianas en que si bien no hay mayores conflictos, igualmente se escurren las vulnerabilidades de los integrantes emergiendo conversaciones cortantes, formas evasivas de dirigirse al otro, agresiones sutiles, distancia y desvío de la mirada…etc. Es aceptable que cada uno de los amantes traiga “una carga pesada en su mochila emocional/mental” ya sea por lo vivido en el pasado con esa u otra pareja, por lo vivido en la infancia o por las vicisitudes personales que pueda estar atravesando, pero necesita aprender a manejar –controlar-auto-guiar su emocionalidad, porque de lo contrario el conflicto se hará cotidiano, agrandarán las cosas, discutirán por cualquier tema, reprocharán y culparán lo mismo que el compañero les reprocha y/o culpa, con lo cual la “guerra estará desatada” y el sufrimiento emocional estará muy presente.

Cada día que no se afronta con madurez lo que debe ser afrontado o que no se dialoga de manera digna lo que debe ser hablado, se está haciendo imposible la viabilidad de la relación. De este modo la pareja vive en un estado de inmunización a la sensación constante de disconformidad que toman como “normal”.

Hay un sinnúmero de parejas que no están bien y no hacen nada al respecto (desidia y costumbre), otras que no están bien y se culpan entre sí sin resolver tampoco (no-responsabilidad), otras que no están bien y consideran imposible la solución porque “ya lo intentaron” (resignación), otras que no están bien y creen que “eso” es una relación (negación), y otras que no están bien y que una nueva relación los va a sacar es esta (“esperadores”).

La inmadurez tiene muchas maneras de manifestarse tal como se describe en el párrafo anterior y es la responsable de relaciones distantes, complicadas, tormentosas y violentas.

El título “pareja”, no es una habilitación en sí misma sino que para ejercerla ambos deben habitar la relación pase lo que pase aprendiendo a quitar lo que no los favorece (emocionalidad) y fomentando lo que contribuye a una relación plena y feliz.

Una relación puede haber terminado aunque ambos continúen “juntos”.

Una relación sana está compuesta por personas que no dan rienda suelta a la ira, a la manipulación condicionadora, a los miedos, a la baja autoestima, a la tristeza depresiva culpógena y/o a la amenaza.

Tenemos urgencia de aprender a sentirnos como queremos sentirnos en vez de ser esclavos de los programas emotivos familiares y sociales. 

Aunque estamos programados con este “modo no” de relacionarnos podemos optar por madurar, crecer y salir de ahí para vivir relaciones creativas y constructivas donde ambos se potencien, apoyen y deseen la felicidad propia y la del compañero/a amado/a: el “modo si”. Esto es absolutamente posible. Y posible significa que ya existe, solo que no se lo encontró… por tanto encontrar la estabilidad y el dominio emocional es una capacidad a desarrollar para todo ser humano que desee realmente disfrutar del Amor en una Relación.

Alicia Orfila – www.aliciaorfila.com.ar

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